Requisitos básicos de los sistemas de CVAA para una calidad saludable del aire en interiores.
De media, pasamos alrededor del 90 % de nuestras vidas en interiores y respiramos unos 12 000 litros de aire cada día. También asumimos que el aire de los edificios está "limpio" y que no tiene un efecto negativo en nuestra salud. Por eso, es sorprendente lo poco que los usuarios y operadores saben realmente sobre la calidad del aire en el interior de sus instalaciones. Las variables esenciales, como la humedad, el contenido de CO2 o la concentración de COV, casi nunca se miden y menos aún se muestran.
Belimo entrevistó a ingenieros consultores y expertos en el sector de la ventilación de todo el mundo para averiguar cuáles son las prioridades a la hora de querer crear un ambiente con un aire saludable en interiores de un edificio. En el proceso, surgieron 7 factores esenciales para garantizar un aire saludable en interiores de edificios no residenciales.
- Medición, visualización y monitorización continuos y fiables de la calidad del aire en interiores
- Cantidad exacta de aire en la zona y extracción controlada del aire contaminado
- Dilución con aire y patrón de caudal de aire bien diseñados
- Presurización activa de la envolvente y los espacios
- Acondicionamiento correcto de temperatura y humedad
- Filtración efectiva
- Cantidad apropiada de aire exterior
1. Medición, visualización y monitorización continua y fiable de la calidad del aire en interiores
Lo ideal es que la humedad, el contenido de CO2 o la concentración de COV se midan con sensores para monitorizar la calidad del aire. Esto es así porque solo pueden regularse variables medidas. Desde el punto de vista actual, tanto la medición como la visualización de estos valores deberían ser el estándar mínimo para medir la calidad del aire en interiores.
Humedad
Es importante que la humedad relativa en interiores se mantenga entre el 40 % y el 60 %. Si el aire es excesivamente seco, las gotas que emanan de una persona al hablar o estornudar se evaporen fácilmente y el virus que contienen sigue viajando por el ambiente como un aerosol ligero. Si la humedad es mayor, las gotas no se evaporan tan rápidamente y caen al suelo a una distancia menor. Así, muchas bacterias y virus son considerablemente más contagiosos en condiciones de aire seco, lo que puede deshidratar las membranas mucosas y debilitar el sistema inmunológico.
CO2
Una concentración de CO2 de más de 1000 ppm (partes por millón) disminuye la capacidad de concentración del cerebro; a partir de 2000 ppm en adelante, puede provocar fatiga o incluso dolores de cabeza. Los niveles de CO2 en el aire en interiores son un excelente indicador de biocontaminación potencial, como, por ejemplo, de SARS-CoV-2. Si los valores de CO2 son elevados debido a la presencia de un gran número de personas y con un intercambio de aire limitado, esto podría derivar en un alto riesgo potencial de aerosoles infecciosos.
COV
Los Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) son compuestos orgánicos que se originan a partir de muchas fuentes diferentes, incluidos los perfumes, la pintura, las impresoras, las alfombras y los materiales de construcción. Incluso las concentraciones mínimas de COV pueden irritar los ojos, la nariz o la garganta e indican que no está entrando suficiente aire limpio.
Es fundamental medir estas variables utilizando sensores adecuados para poder aplicar las medidas convenientes, por ejemplo, ventilación, purificación del aire o humidificación.
2. Cantidad exacta de aire en la zona y extracción controlada del aire contaminado
Las unidades de ventilación centrales suelen suministrar aire a varias zonas del edificio. Es importante que cada sala reciba la cantidad exacta de aire limpio que necesita. Si el número de personas en una sala aumenta (p. ej., en una sala de reuniones más grande), el suministro de aire también debería aumentar. Igualmente, también debe extraerse el aire contaminado de la sala. Para garantizar que esto ocurra, las zonas y las salas deben tener alimentaciones individuales con un caudal de aire variable (VAV). Si, por ejemplo, un sensor de ambiente detecta un contenido de CO2 excesivamente alto, las unidades VAV se abren y la sala se inunda con más aire limpio.
3. Dilución con aire y patrón de caudal de aire bien diseñados
Un factor importante es la forma en que el aire introducido en en una sala fluye por esa sala y vuelve a salir de ella. Lo ideal es que el aire limpio fluya sin diluir desde abajo hacia arriba, pasando por una persona y que luego se extraiga directamente de la sala. Hay que garantizar que el aire en interiores no se "arremoline" varias veces por la sala o quede atrapado en ciertas zonas. Las simulaciones modernas del caudal de aire permiten estudiar al detalle los patrones de caudal típicos en una sala. La construcción, colocación y orientación correctas de las salidas de aire pueden ayudar a prevenir importantes errores en cuanto a obtención y permanencia de aire saludable.
4. Presurización activa de la cubierta y los espacios
La higiene del aire en una sala se ve afectada negativamente por las corrientes de aire no deseadas que entran en una zona desde el exterior (p. ej., una calle concurrida) o desde otras salas (p. ej., la cafetería). Esto suele pasar cuando las tasas de presión del aire no están equilibradas adecuadamente. Se ha tratado mucho la "contaminación cruzada" entre diferentes salas, sobre todo en relación con la propagación de aerosoles de COVID-19 en los edificios. Usando controladores de VAV en la impulsión y extracción de aire de las salas, así como sensores y controladores de presión diferencial entre zonas, se pueden evitar estos flujos de aire no deseados.
5. Acondicionamiento correcto de temperatura y humedad
En un sistema de ventilación central, el aire de impulsión se puede acondicionar con relativa precisión a la temperatura deseada en el sistema de ventilación mediante las baterías de calefacción y de frío. Los componentes de control de alta calidad de las baterías, como la Energy Valve™ de Belimo, garantizan que esto no solo se haga con máxima precisión sino también con eficiencia energética.
Además de la temperatura, la humedad también es un factor fundamental para conseguir un aire saludable en interiores. Si los aerosoles o los virus presentes en una sala se encuentran con mucosas resecas, el riesgo de infección aumenta considerablemente. Asimismo, se ha demostrado que los virus sobreviven más tiempo en superficies secas que en condiciones más húmedas. La humidificación adecuada del aire de en interiores (40-60 % de humedad relativa) es, por lo tanto, un factor esencial para un aire en interiores seguro.
6. Filtración efectiva
Para evitar que los contaminantes entren en los espacios interiores a través de los conductos de aire de impulsión, se deben integrar filtros en el sistema de ventilación. En sistemas en los que parte del aire de extracción se vuelve a mezclar con el aire de impulsión, deben emplearse filtros adecuados para evitar la contaminación por microbios infecciosos (p. ej., filtro HEPA H13 con arreglo a EN1822:2009). Para garantizar que la monitorización de estos filtros sea efectiva, pueden utilizarse sensores de presión y una medición dinámica del caudal de aire. Si la contaminación del filtro aumenta, la caída de presión por el filtro también se incrementa. Midiendo simultáneamente el caudal a través del filtro, se puede determinar con exactitud si el filtro debe reemplazarse y cuándo.
7. Cantidad apropiada de aire exterior
En la actualidad, una gran parte de los edificios no residenciales de tamaño pequeño y mediano no tienen una alimentación automatizada de aire limpio. Con frecuencia se asume que los usuarios ventilan de vez en cuando con abriendo las ventanas. Si esto no es así, la concentración de aerosoles infecciosos puede aumentar enormemente. Así pues, un equipamiento estándar mínimo debe contar con un sistema de ventilación con acondicionamiento del aire central a la hora de planificar un edificio nuevo o una reforma.Muchos países han dictado normas recomendadas u obligatorias para la ventilación mecánica en edificios comerciales y exigen unos índices mínimos de renovación del aire en función del tipo de edificio y su ocupación (por ejemplo los requisitos de ventilación ASHRAE 62.1). En muchos países existen también otras consideraciones que se centran en la baja calidad del aire en el centro urbano. En un contexto ideal, las variables sobre el aire exterior se medirían antes de que el aire entre mecánicamente en un edificio. Los sistemas automatizados pueden suministrar más aire exterior cuando los niveles de contaminación por el tráfico y la industria son bajos y volver a las tasas de ventilación mínimas requeridas cuando los niveles de contaminación aumentan.
Requisitos relativos a la tecnología de los edificios desde la perspectiva de un médico
El Dr. Walter Hugentobler es asesor académico y médico con 30 años de experiencia en la relación recíproca entre la calidad del aire en interiores, los edificios y la salud. En su presentación, ofrece una receta para un microbioma diversificado, equilibrado y saludable en edificios residenciales y de oficinas. Su deseo para una empresa de calefacción, ventilación y aire acondicionado con el fin de preservar la salud de los ocupantes del edificio confirma las contribuciones de Belimo para un aire en interiores saludable.
Descargue la presentación completa del Dr. Hugentobler:
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Dr Hugentobler: Healthy Indoor Air
(pdf -
29,99 MB)
Influencia de la calidad del aire en interiores en nuestra salud
Las personas pasan aproximadamente el 90 por ciento de su tiempo en interiores y respiran 12 000 litros de aire al día. Por lo tanto, es fundamental comprender la poderosa influencia que la calidad del aire en interiores tiene en nuestro bienestar. Belimo comparte sus amplios conocimientos sobre los efectos de la humedad del aire en interiores, los COV y los sistemas centrales de tratamiento del aire y ofrece valiosas sugerencias para su salud.
Un estudio sobre la influencia de la calidad del aire en las escuelas
La plataforma MeineRaumluft.ch unió fuerzas con la Asociación de Profesores de Zúrich (Züricher Lehrerverband) y la Organización del Pulmón de Zúrich (Organisation Lunge Zürich) para descubrir cómo la calidad del aire afecta a alumnos y profesores. En noviembre de 2016, MeineRaumluft.ch instaló dispositivos para medición en más de 250 aulas.
Lea el estudio para saber cómo la simple instalación de estos dispositivos para medición influyó en los hábitos de ventilación de profesores y alumnos.
Nuestros productos utilizados para conseguir un aire en interiores más saludable
Sensores Belimo: la base del confort
Los sensores de calefacción, ventilación y aire acondicionado de Belimo ofrecen el máximo nivel de fiabilidad, una instalación sencilla y una integración perfecta en sistemas comunes de automatización de edificios. El innovador diseño con carcasa permite una instalación rápida y sin herramientas, además de una puesta en marcha fácil, y proporciona protección IP65/NEMA 4X. La gama de productos incluye sensores precisos para medir la temperatura, la humedad, la presión, el CO2 y los compuestos orgánicos volátiles (COV), así como el caudal en tuberías y conductos.
Consulte los sitios web locales para más información: